Relájate y conéctate: Guía de meditación para novatos
- Veronica

- 22 sept 2024
- 6 Min. de lectura
¿Alguna vez te has sentido abrumado por el estrés diario? ¿Sientes que tu mente no para de dar vueltas y necesitas un respiro? La meditación puede ser tu mejor aliada en estos momentos. En este artículo, te guiaré a través de una sencilla introducción a la meditación, perfecta para novatos que buscan relajarse y conectar consigo mismos. Así que, ¡acomódate y prepárate para el viaje hacia la calma, petit sunshine!

La meditación no es solo una moda pasajera; es una práctica milenaria que ha ayudado a millones de personas a encontrar paz y claridad en su vida. Además, estudios han demostrado que meditar puede reducir el estrés, mejorar la concentración y fomentar una sensación general de bienestar. Pero, ¿por dónde empezar?
1. Encuentra tu lugar tranquilo

Antes de empezar a meditar, busca un espacio donde te sientas cómodo y libre de distracciones. Puede ser un rincón de tu casa, un parque o incluso una habitación con buena luz natural. Asegúrate de que sea un lugar donde te sientas seguro y a gusto. Recuerda que la clave es la comodidad, así que elige un sitio que te invite a relajarte.
Yo suelo usar un rinconcito de mi propia habitación, al lado de la ventana donde hay mucha luz natural y aire fresco. Es un espacio donde me siento cómoda y segura para estar en calma. Tú puedes buscar un sitio que te dé la misma sensación.
2. Adopta una postura cómoda
No necesitas ser un maestro del yoga para meditar. Adopta una postura que te resulte cómoda; puede ser sentado en una silla, en el suelo con las piernas cruzadas o incluso tumbado. La idea es que tu cuerpo esté en una posición relajada, pero alerta. Mantén tu espalda recta para permitir una buena respiración, pero sin tensarte. Puedes cerrar los ojos o dejarlos entreabiertos, según te sientas más cómodo.
La posición de loto, ¿así le dicen? Es mi favorita para esto. Me hace sentir cómoda y relajada pero sin permitirme acabar cayendo dormida en el proceso. Ten esto en cuenta cuando medites fuera del horario de dormir.

3. Establece un tiempo
Si eres novato, puede resultarte útil fijar un tiempo específico para meditar. Comienza con 5 o 10 minutos y, poco a poco, ve aumentando la duración según te vayas sintiendo más cómodo con la práctica. Puedes usar un temporizador en tu teléfono para no preocuparte por el reloj. Esto te permitirá concentrarte en tu meditación sin interrupciones.
En mis inicios en la meditación, yo usaba el temporizador integrado en la app de meditación guiada o los vídeos de YouTube que traen uno también.
4. Concédele un propósito a tu meditación
¿Por qué quieres meditar? Puede que busques paz interior, reducir el estrés o simplemente desconectar del mundo. Tener un propósito claro te ayudará a mantener el enfoque durante tu práctica. Puedes elegir un mantra —una palabra o frase que repites en tu mente— o simplemente permitir que tus pensamientos fluyan sin juzgarlos.
Mi propósito inicial para meditar fue ayudarme a conciliar el sueño y luego se sumó el deseo de combatir la ansiedad y los pensamientos intrusivos. En lo personal, me resultó de mucha ayuda para esas cosas. A veces uso mantras y otras solo dejo que el tren del pensamiento avance, ya sabes.
Establecer un propósito para tu meditación te ayudará a mantener la constancia y no abandonar la práctica.
5. Concéntrate en la respiración
La respiración es un ancla fundamental en la meditación. Comienza tomando respiraciones profundas y conscientes. Inhala lentamente por la nariz, permitiendo que tu abdomen se expanda, y exhala por la boca. Si tu mente comienza a divagar, trata de llevarla de nuevo a tu respiración. Observa cómo el aire entra y sale de tu cuerpo, siente la frescura al inhalar y la relajación al exhalar. Este simple ejercicio puede ser extremadamente efectivo para calmar la mente.
Un ejercicio de respiración que aprendí en mis inicios es realizar cada fase en intervalos de tiempo contando en tu mente. Puedes inhalar lentamente por la nariz contando hasta cinco, retener el aire en tus pulmones contando también hasta cinco, exhalar poco a poco en la cuenta hasta seis y luego hacer una pausa contando hasta cinco antes de volver a iniciar el ciclo. Puedes adaptar el conteo según tus capacidades y como te sientas más cómodo.
6. Reconoce tus pensamientos
Una de las dificultades comunes al meditar es lidiar con los pensamientos intrusivos. Es normal que tu mente se llene de pensamientos, preocupaciones o ideas sobre el día a día. En lugar de luchar contra ellos, reconócelos y déjalos pasar. Imagina que son nubes en el cielo que van y vienen. No te aferres a ellos; simplemente obsérvalos y vuelve a concentrarte en tu respiración.
Otro truco que aprendí hace un tiempo y me gusta mucho es imaginar que estás en un mar abierto con olas fluyendo a tu alrededor. Imagina que los pensamientos intrusivos son esas olas y que pueden fluir en grandes cantidades y con constancia, pero no se detienen. Simplemente pasan a tu alrededor para no volver y no se aferran a ti para hundirte. Solo déjalos ir en calma sin negarlos o reprimirlos, pero no te aferres.

7. Sé paciente contigo mismo
La meditación es una práctica, lo que significa que mejora con el tiempo y la constancia. No te desanimes si al principio te cuesta mantener la concentración o si sientes que no estás haciendo "bien" la meditación. La clave es la paciencia y la práctica regular. A medida que medites más, notarás como te vuelves más consciente y presente.
Yo, por ejemplo, llevo ya algunos años meditando y he aprendido muchas cosas nuevas a medida que la realizo, pero también tengo muchas otras cosas por aprender. Eso es normal. Simplemente sé constante y concéntrate en hacer lo que se acomode mejor a ti en lugar de obligarte a hacer lo mismo que alguien más.
8. Incorpora la meditación en tu rutina diaria
Para integrar la meditación en tu vida, intenta establecer un horario que funcione para ti. Puede ser por la mañana al despertar, durante tu pausa del almuerzo, o antes de ir a la cama. Encuentra un momento que sientas que puedes dedicarte a ti mismo. Con el tiempo, la meditación puede convertirse en un ritual que esperas con ansias, algo que te proporciona paz y claridad en medio del caos.
Te recomiendo incorporarla como parte de tus rituales de autocuidado, es lo que yo hago y me permite mantener la constancia. Puedes tomarte unos minutos para meditar en conjunto con tu rutina de skincare. Por ejemplo, mientras tienes alguna mascarilla en el rostro y debes esperar que haga su trabajo, puedes usar esos mismos minutos para meditar un poco.
9. Explora diferentes tipos de meditación
Existen muchos tipos de meditación, desde la meditación mindfulness y las meditaciones guiadas, hasta la meditación trascendental. Prueba diferentes estilos y técnicas para ver cuál resuena más contigo. Puedes encontrar aplicaciones o vídeos en línea que te guíen en estas prácticas, lo que puede ser especialmente útil si estás comenzando.
También puedes adaptarlo al momento y la situación específica, igual que lo hago yo. En ocasiones, la meditación mindfulness es perfecta para dejar fluir mis pensamientos y estar en paz con ellos, y otras veces simplemente quiero concentrarme en algo específico con una meditación guiada para no divagar.

10. Reflexiona sobre tu experiencia
Después de meditar, tómate un momento para reflexionar sobre cómo te sientes. A veces, escribir en un diario sobre tus experiencias puede ser una buena forma de ver tu evolución y profundizar en tus pensamientos. Mantén un registro de tus meditaciones, tus avances y cualquier cambio que notes en tu estado de ánimo y bienestar.
Yo tengo mi apartado especial para la meditación en mi journal. Así puedo analizar lo que mejor me sienta y lo que no para mejorar mis sesiones y adaptarlas a mis necesidades. Tú puedes usar incluso las notas del teléfono o una hoja suelta, pero recuerda archivarlas en un lugar seguro para no perderlas.
Recuerda, la meditación es un viaje personal, y cada uno tiene su propio ritmo. La clave es encontrar el momento y la forma que te funcionen mejor. Así que, deja el estrés atrás, relájate y conéctate contigo mismo. ¡Empieza hoy mismo tu camino hacia una mente más tranquila y un espíritu más conectado!


Comentarios